Falsa bandera en Maidán

21_snipers-El insoportable hedor llega desde Kiev ligado a una sensación de Déjà vu que nos traslada a tiempos más bien recientes en Venezuela, Libia o Egipto. Lo que hasta hace poco se podía intuir, si se tienen en cuenta estos antecedentes, parece ahora confirmarse: ataque de falsa bandera a fin de generar una situación de violencia y caos que facilite o permita el acceso al poder a un gobierno títere afín a los intereses occidentales que representan la Unión Europea y el amo de los Estados Unidos. Es la instrumentalización de unas protestas en las que los fines justifican plenamente los medios, en este caso casi un centenar de cadáveres.

La llamada telefónica entre Catherine Ashton, jefa de la diplomacia de los Estados Unidos en la Unión Europea, y Urmas Paet, ministro de Exteriores de Estonia, del pasado 25 de febrero y filtrada ahora por los servicios de inteligencia ucranianos, muestra a un preocupado Paet afirmando que “se hace cada vez más evidente que tras los francotiradores (snipers) no estaba el presidente Viktor Yanukóvich, sino alguien de la oposición”.

Posteriormente continúa argumentando que fue una doctora de Kiev quien le explicó durante su última visita a la capital ucraniana, que fueron los mismos francotiradores los que dispararon contra las fuerzas policiales y los manifestantes durante los disturbios que acabaron arrojando un saldo de unos 100 muertos. En la conversación el ministro también afirma que “es preocupante que la nueva coalición (actual gobierno en Ucrania) no quiera investigar”.

El Ministerio de Exteriores estonio confirma la veracidad de esta conversación en su propia web.

A esta reciente filtración se suma la que se produjo hace unas semanas, en la que la secretaria de Estado adjunta para Asuntos Europeos, Victoria Nuland, en conversación con el embajador de Estados Unidos en Kiev, Geoffrey Pyatt, mostraba las preferencias norteamericanas hacia la figura del opositor Arseni Yatseniuk en detrimento del ex boxeador Vitali Klitschko, el favorito de la Unión Europea. Nuland zanjó la conversación con un “que se joda la UE”. Casualmente fue Yatseniuk quien se hizo con el poder tras el golpe de estado perpetrado contra Yanukóvich.

USA – UE: Democrático golpe de estado en Ucrania

Patético espectáculo el protagoPeople wear masks as they attend a rally held by supporters of EU integration in Kievnizado por los Estados Unidos y sobre todo por la Unión Europea durante estos días en Ucrania. La Unión Europea de los mercachifles, sumisa y servil ante su amo de los Estados Unidos (escudo antimisiles, cárceles secretas, Afganistán…) se dispuso a suministrar su propio tratamiento a la enferma Ucrania con una dosis de su democracia en vena promocionando y alentando las algaradas de Kiev, las cuales han estado protagonizadas por los dudosamente democráticos sectores más nacionalistas y más a la derecha de la derecha.

Poco tiempo después, y tras las primeras alegrías y satisfacciones ante el golpe de estado perpetrado contra un gobierno legítimo, aparecen los resultados de dicho tratamiento. El estado del enfermo empeora considerablemente y se pierde el control de la situación. (véase Egipto o Libia), solo que ahora enfrente aparece la figura de un Vladimir Putin que casi sin proponérselo, y gracias a la inutilidad e incompetencia occidental, va a resultar fortalecido ante su nación y con unos nuevos territorios que o bien pasarán a formar parte de Rusia o bien se convertirán en un Estado incondicional y aliado. Y sin dar un solo tiro oiga.

Solo ahora, y pocas semanas después de aquellos discursos protagonizados por diferentes responsables de la UE en Maidan a fin de calentar los ánimos de las fuerzas de choque nacionalistas y fascistas del Pravy Sektor y de Svoboda, de subvencionar las revueltas y de calificar una y otra vez a estos sectores como simples “manifestantes”, la EU parece recular ante el movimiento ruso en el este, tal vez comprendiendo e interiorizando su gran torpeza ante la cuestión de su dependencia energética con Rusia y la de sus millares de cabezas nucleares. Esta torpeza y los ladridos que se han escuchado estos días en Europa contrastan con la silenciosa y sigilosa actuación rusa, que en cuestión de horas ha sabido imponerse para hacerse con el dominio de la situación. Putin ha mostrado inteligencia, una visión de la realidad de la que carecen los otros, acción decidida antes que el recurso de la amenaza fácil y personalidad para ni dejarse llevar a terrenos que no le convienen ni dejarse chantajear o amedrentar.

El calcetín viejo y sudado que es la UE dentro del concierto mundial, deslegitimada por lo acaecido, acobardada e impotente, protagonista de un capítulo más de grotesca hipocresía, escondida y siempre desde la distancia, se limitará a seguir con sus ladridos, amplificados convenientemente a través sus numerosos medios de propaganda liberal, dejando al pueblo que decía apoyar vendido, solo y a los pies de los caballos.

– Euromaidan: Los rostros enmascarados:

– Estados Unidos a la conquista del este:

Sentidos y condolientes pésames

Los que colocan cuchillas sobre las verjas que delimitan nuestras fronteras en el norte de África,los que lloraron la muerte de presidente Reagan y la de la dama de las camelias, Mrs. Thatcher (aunque bien es cierto que se cometieron algunos pecadillos como financiar y entrenar grupos paramilitares en Centro América o como sembrar el continente de dictadores), los que miran al cielo ante los ilegales muros que encierran la ciudad de Gaza, los que apoyaban el apartheid y calificaban a los activistas que lo combatían como “terroristas” (eran otros tiempos…), los que apoyan y financian grupos guerrilleros en África que les asegure el control del coltán o los diamantes, o también aquellos que nos garantizan las desigualdades y ponen a sus pueblos a los pies de los mercados (la banca, aún perdiendo, gana). Hoy todos ellos se lamentan, expresan su admiración y su más profundo y sentido pésame por el fallecimiento de Nelson Mandela. Además, durante los actos fúnebres y de homenaje en Sudáfrica, el presidente Rajoy expresó su emoción por encontrarse en el escenario donde la selección española ganó su mundial de fútbol.


Ese punto azul pálido

El 5 de septiembre de 1977 se lanzó desde Cabo Cañaveral una sonda espacial de 722 kg. de peso llamada Voyager 1. La sonda, aún operativa, se ha convertido en el artefacto construido por el hombre más alejado de la Tierra; diseñada para visitar Júpiter y Saturno a día de hoy se encuentra en los límites del Sistema Solar, a más de 18.700 millones de kilómetros del Sol, rebasando ampliamente el tiempo de vida para la que fue diseñada.

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Aquí podemos chequear los datos correspondientes tanto a la Voyager 1 como a la Voyager 2 en tiempo real.

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En febrero de 1990, cuando la Voyager 1 se encontraba a unos 6.000 millones de kilómetros, unas 5,6 horas luz, alguien tuvo la ocurrencia de orientar convenientemente su cámara para tomar la imagen más lejana que hasta el momento se ha obtenido de la Tierra. Se trata del punto azul pálido que no tardaría en inspirar al extraordinario divulgador Carl Sagan, autor de la conocida serie Cosmos:

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Image«Desde este punto de vista lejano, la Tierra puede no parecer de cualquier interés particular. Pero, para nosotros, es diferente. Consideremos de nuevo ese punto. Eso es aquí. Eso es nuestra casa. Eso somos nosotros. Ahí ha vivido todo aquel de quien hayas oído hablar alguna vez, todos los seres humanos que han existido. La suma de todas nuestras alegrías y sufrimientos, miles de religiones seguras de sí mismas, ideologías y doctrinas económicas, cada cazador y cada recolector, cada héroe y cada cobarde, cada creador y destructor de civilizaciones, cada rey y cada campesino, cada joven pareja enamorada, cada niño esperanzado, cada madre y cada padre, cada inventor y explorador, cada maestro de moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y cada pecador en la historia de nuestra especie ha vivido ahí —en una mota de polvo suspendida en un rayo de sol.

sagan-galaxy01La Tierra es un muy pequeño escenario en una vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre vertida por todos esos generales y emperadores, para que, en gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueldades cometidas por los habitantes de un lugar del punto sobre los apenas distinguibles habitantes de alguna otra parte del punto. Cuán frecuentes sus malentendidos, cuán ávidos están de matarse los unos a los otros, cómo de fervientes son sus odios. Nuestros posicionamientos, nuestra imaginada auto-importancia, la ilusión de que ocupamos una posición privilegiada en el Universo… Todo eso es desafiado por este punto de luz pálida.Nuestro planeta es un solitario grano de polvo en la gran penumbra cósmica que todo lo envuelve. En nuestra oscuridad —en toda esta vastedad—, no hay ni un indicio de que vaya a llegar ayuda desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos. Dependemos solo de nosotros mismos.La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie pudiera migrar. Visitar, sí. Colonizar, aún no. Nos guste o no, en este momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos.Se ha dicho que la astronomía es una experiencia de humildad, y yo añadiría que formadora del carácter.

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En mi opinión, no hay quizá mejor demostración de la locura de la soberbia humana que esta distante imagen de nuestro minúsculo mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos los unos a los otros más amable y compasivamente, y de preservar y querer ese punto azul pálido, el único hogar que jamás hemos conocido.»

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Cosmos: El Punto azul pálido

A la vera de Saturno

Todas la patrias y sus banderas. Reyes, generales y presidentes. Mis problemas, mis desvelos y los tuyos. Todas las vecinas buenorras de todos los vecindarios y atascos en autopistas y avenidas. El petróleo, los bancos, las farmacéuticas , las alimentarias y el bar. Las superestrellas de la liga de fútbol y los parados de Extremadura, Andalucía y Aragón. Rajoy sesteando  y otros que gritan en la televisión.  El penúltimo modelo de iphone, los esclavos que los hacen para nosotros  y los colores que se llevarán este verano. Angela Merkel y Don Quijote, el ejército chino y esos de Al-Qaeda. La juventud con el Papa en Brasil, cállese de una maldita vez, señora, otra vez el presidente que o miente o no dice nada, el olor a humanidad del transporte público, pizzas tamaño XXL y la botella de Coca-Cola. La pirámide de Keops y el canal de Suez, ahí es nada…

Érase una vez una almeja en mitad del océano o un hombre a una nariz pegado, el niño que ha tenido el hijo del príncipe orejudo y su mujer, que serán felices y comerán perdices.  El tabaco que perjudica su salud y todas las autoridades sanitarias del mundo que se preocupan por nosotros. Las actualizaciones de la consola Java, paraísos fiscales, los campos de olivos de Jaen. Tasmania, Ushuaia, islas Chafarinas, Kielce y el estado de Chihuahua con sus mariachis si los tuviera. El quinto pino y la puerta del fondo a la derecha.

Todo esto y mucho más se ve desde donde está la sonda Cassini – Huygens, a la vera de los añillos de Saturno, a 1.440 millones de kilómetros, kilómetro arriba, kilómetro abajo.

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Hasta siempre comandante

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Los medios a menudo de desinformación españoles lo califican por enésima vez de dictador y de populista y hablan de un déficit democrático en Venezuela. Y no paran de repetirlo una y mil veces más. Desde el país de los desahucios, (unos 500 al día), de los sobres del señor Bárcenas, del desmantelamiento de la sanidad y la educación, o de los repagos mal llamados copagos. Desde el país que ya ha logrado situar al 21% de la población por debajo del umbral de pobreza, que invierte un 25 % del PIB en gastos sociales o que incrementa el IVA en alimentación.  Desde el país con la mayor desigualdad social de la U.E. Dictador populista.

Venezuela:  146.000 viviendas repartidas entre los más desfavorecidos en 2011. Reducción de la pobreza en un 44 %. La sanidad y educación ha logrado llegar a lugares donde la población jamás había visto un médico.  Acceso a 14 millones de venezolanos a alimentos subsidiados por el Estado. 60% del PIB en gasto social.

El dictador populista tan odiado de puertas para afuera, resulta contar con un apoyo dentro de su país que ni de lejos se podría comparar con el que reciben nuestros líderes. Y eso pese a contar con la inmensa mayoría de los medios de comunicación en manos de la oposición. Quizá su mayor pecado esté en demostrar que otra manera de hacer política es posible. Hasta siempre comandante.

El control de abonos de tarifas en comunicaciones urbanas

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El control de abonos de tarifas en comunicaciones urbanas.

     Mi reino es diminuto, acristalado, populoso e itinerante. Madrugador y trasnochador, y soy el que te controla el billete. En mi cabeza rapada lo llevo tatuado: soy el que controla si la gente paga.

Martillo de defraudadores, puñal de caraduras y jetas, no te escondas, no disimules, ya me conozco todas tus tretas. El sheriff, el guardián, el alcaide, se cierran las puertas, se abre la veda, ¿dónde está el billete? ¿Es que no sabes que también paga esa maleta? Ni las subidas tarifarias pueden doblegar mi alma, así que mejor, y por tu bien, acompáñame y calla.

Dormita arrullado por el traqueteo, que yo sé muy bien a lo que vengo, que desde aquella parada te controlo y te observo. Ni súplicas ni excusas en este reino valen nada, soy la nota discordante que de línea en línea salta en el pentagrama ferroviario de la red urbana. Siquiera preciso de documento que para identificarme valga, ¿acaso no ves mis pantalones de camuflaje y mi cabeza rapada? ¿Sabes lo que quiero decirte con esta mirada? ¿Es que no lo ve señora? ¿Es que no te das cuenta chaval?: soy el que controla si la gente paga.

Paso seguro y resuelto, el vestíbulo de la discoteca o el salón de mi casa este tranvía es. Con el cuerpo que Dios y las salchichas me dieron no pido, sino que espeto, a los hombres que a la factoría os dirigís, a las señoras que a la compra vais, a estudiantes de caótico rumbo… ahora escuchadme bien: esta es mi línea y soy el que controla si la gente paga. Que allá por donde yo pise no volverá a crecer nada. Nada.

¡Oh el “team”!, ¡Oh el equipo!, igual que en una moderna corporación internacional: me pongo delante de ti y el armario ropero que me acompaña detrás. ¿Te sientes intimidado? ¿No ves lo que en mi cabeza rapada llevo tatuado? Mimético reptil, fiera al acecho, espero, espero… uno, dos, tres… y ¡sorpresa! ¿Qué? ¿Cómo? ¿Qué me ha delatado mi rapada cabeza?

¡Oh! ¡Qué gran gozo! ¡Un desaliñado y despistado mozo!

¡Oh! ¡Qué dicha! ¡Una perdida manada de turistas!

El Dorado: la expedición de Saura

El Dorado

País: España

Año: 1988

Duración: 149 minutos

Director: Carlos Saura

Reparto: Omero Antonutti, Inés Sastre, Lambert Wilson, José Sancho, Francisco Algora, Eusebio Poncela, Gabriela Roel, Feodor Atkine.

 

La leyenda, el mito, habla de una ciudad pavimentada y construida a base de oro. Habla del oro que que empleaba el rey que la gobernaba para cubrirse de pies a cabeza, habla de ceremonias rituales en las que el más preciado de los metales era arrojado a un lago… En Colombia, o tal vez en Venezuela. Hay quien sitúa esta ciudad en Brasil o en Perú, aunque bien podría ser que se hallara localizada en Ecuador. O en Bolivia…

El Dorado, motivo y objeto de grandes expediciones emprendidas a lo largo del s. XVI por unos buscavidas capaces de jugárselo todo a una carta para alcanzar la gloria y sobretodo la fortuna. Contra un océano selvático desconocido e impenetrable. Contra el clima y la humedad que pudre la madera de las embarcaciones. Contra sus propias ambiciones, traiciones y sed de gloria y poder. Contra toda lógica y probabilidad. Por nuestro rey  y señor Felipe II, Carlos I, Isabel la Católica…

A su busca se lanzaron Don Ángel Guerra, Francisco de Orellana, Sebastián de Belalcázar e incluso Francisco Pizarro con poco o nulo éxito y las más de las veces con mucho desastre y abundante penalidad.

En 1988 el realizador Carlos Saura se embarca en el más ambicioso y caro proyecto cinematográfico emprendido hasta la fecha en España para rubricar El Dorado, película nominada para 9 premios Goya y que no logró hacerse con ninguno de ellos. Esta superproducción nos lleva a 1560, al Perú, punto de partida de una de las más sonadas expediciones en busca de la ciudad del oro comandada por el navarro Pedro de Ursúa pero que terminaría protagonizando Lope de Aguirre El Loco o también El Peregrino tal y como gustaba denominarse y que ya contó con su protagonismo cinematográfico en 1972 con la psicotrópica y beoda Aguirre, la cólera de Dios de Werner Herzog, protagonizada por un Klaus Kinski de demente y perturbada mirada y etílicos diálogos que sirvió de inspiración al mismísimo Coppola para filmar en 1970 Apocalypse Now.

Klaus Kinski

La expedición de Ursúa se prolongaría durante algo más de un año navegando por el río Marañón, el Amazonas y el Orinoco a bordo de dos bergantines, un par de barcazas y algunas balsas y canoas. Tal vez Andrés Hurtado de Mendoza, Virrey del Perú, pensara que organizando dicha expedición, y bajo el irresistible reclamo del oro, terminarían por acudir aquellos conflictivos militares que recientemente habían protagonizado ciertas “alteraciones del orden vigente” y que de este modo estarían ocupados durante una temporada alejados y dentro de una empresa de búsqueda incierta con unos resultados presumiblemente calamitosos. 300 españoles, algunos esclavos negros y un montón de sirvientes indios se lanzaron a tan insensata aventura.

Bajo una atmosfera de tedio, navegando por un río que se antoja interminable, bajo un paisaje invariable que permanece inmutable durante días, semanas y meses pronto aparecerán las conjuras y traiciones. El asesinato, el engaño, las intrigas y las venganzas. Los que apoyan a un capitán y los que apoyan al otro, los que desean regresar al Perú y los que aún creen en la empresa que se traen entre manos. Y en medio de esta merienda una curiosa invitada, la amante mestiza del jefe de la expedición Pedro de Ursúa, Doña Inés de Atienza.

Lo cierto es que la falta de escrúpulos, la crueldad y una curiosa habilidad a la hora de sesgar gaznates y cuellos a la hora de la siesta terminarían por encumbrar a Lope de Aguirre al mando de la expedición, para, ya dentro de una espiral de locura y enajenación, llevar a cabo la primera declaración de independencia en América, proclamándose señor de los nuevos territorios descubiertos, renegando de la corona a la que hasta la fecha había estado sirviendo, y escribiendo una serie de cartas humillantes dirigidas al rey Felipe II en las que no faltaban los insultos y en las que declaraba la guerra al poderoso Imperio Español de aquellos años.

 

El film de Saura que recoge la historia de estos aventureros, conocidos como Los Marañones, supuso en su día un sonoro fracaso tanto de crítica como de taquilla. Las expectativas generadas no se llegaron a concretar pese a contar con medios y presupuestos para llevar a cabo una superproducción digna de Hollywood. Aún así el film tiene sus luces: una buena ambientación de la época, una atmósfera convincente y unos actores que se desempeñan a un nivel aceptable a excepción de una jovencísima Inés Sastre que interpreta a la hija de Aguirre. Incluso el planteamiento inicial resulta atractivo y prometedor, aunque parece ir diluyéndose poco a poco a medida que transcurre un, posiblemente, excesivo metraje (149 minutos). El ritmo parece decaer a partir de la primera hora y el guion no logra atrapar plenamente al espectador. Pero la película se deja ver e invita a cierto ejercicio de reflexión en relación a aquellas empresas llevadas a cabo en un Nuevo Mundo aún virgen y desconocido, unos medios que se correspondían con la época y con los que se hacía frente a todo tipo de penalidades y penurias en pos de una gloria y fortuna que a menudo resultaba esquiva y que acostumbraba a convertirse en fracaso, desastre y muerte.

14-11-2012 Huelga General. Respira.

Ali vs Frazier. No hay perdón

¿Para qué nos vamos a llevar bien si nos podemos llevar mal? Muhammad Ali y Joe Frazier. O Joe Frazier y Muhammad Ali. Dos caras de una misma moneda. La historia de estos dos gigantes de los cuadriláteros y su relación personal fue más allá de lo deportivo en una década, la de los 70, marcada por el tema racial resultante de aquellos movimientos en defensa de los derechos civiles de los afroamericanos que poco antes habían encabezado Malcon X o Luther King.  Es la rebelión contra el llamado apartheid estadounidense, los más desfavorecidos parecen dispuestos a luchar contra la injusticia y las desigualdades. Inimaginable en aquellos años 70 que un negro pudiera siquiera aspirar a habitar la Casa Blanca. Al mismo tiempo bullían movimientos pacifistas por doquier como consecuencia del conflicto que se desarrollaba en Vietnam.

Los elogios que recibió tras proclamarse campeón del mundo frente a Sonny Liston se convirtieron en abucheos por parte del hombre blanco cuando cambió su nombre de “esclavo” Cassius Clay por el de Muhammad Ali y se declaró Musulmán Negro. En los años 60 los negros se  unen para decir basta, y Ali, de la mano de Malcon X, tomaría conciencia para convertirse en un referente dentro de esta lucha. “No tengo que ser lo que ustedes quieren que sea”.

Ali y Malcon X

La negativa de Ali a participar en la guerra de Vietnam en 1966 acabaría con la pérdida de su licencia para boxear y con la retirada de su título de campeón del mundo que tras permanecer vacante durante un breve periodo de tiempo pasaría a manos de un Joe Frazier que no sería considerado por muchos el verdadero campeón hasta que no derrotara a Ali. Alí era ya un referente indiscutible para todos los afroamericanos y para los movimientos pacifistas que comenzaban a ocupar su espacio dentro del tablero de juego que se estaba perfilando a finales de los 60.

“No, no iré”. “No tengo nada contra el Vietcong. Ellos nunca me llamaron negro”

El esperado combate entre Ali y Frazier se disputaría finalmente en Nueva York, en 1971. Ali se encargo de menospreciar a su rival acusándole de ser un hombre al servicio de los blancos, es decir, de ser un Tío Tom. El calificativo de Tío Tom es uno de las mayores ofensas que cualquier hombre negro puede recibir, e injusto en el caso de Frazier debido a sus humildes orígenes en Carolina del Sur. Alí empleó este argumento basándose en el apoyo financiero que su rival recibía por parte de un grupo de empresarios blancos. El esperado combate acabaría con la victoria del poderoso Frazier, boxeador directo que no para de lanzar sus golpes mientras persigue a su oponente sin dejarle un momento de respiro.  Muhammad Ali, estilista, increíblemente rápido y tremendamente hábil, había sufrido su primera derrota como profesional, acrecentando así su rivalidad hacia el púgil de Carolina del Sur afincado en Philadelphia.

Se celebraría la revancha en 1974, nuevamente en Nueva York, con victoria de Ali a los puntos, pero teniendo que esperar unos meses más para poder recuperar un título mundial que estaba en manos de un jovencísimo George Foreman que anteriormente había derrotado muy claramente a Frazier. El enfrentamiento contra Foreman se llevó a cabo en Kinshasa, capital del Zaire del dictador Mobutu, acabando con la increíble victoria de Ali en el que es uno de los mejores combates de boxeo de la historia. Pronto, un año después, Frazier volverá a cruzarse en el camino de Ali como aspirante al título, esta vez en Manila, Filipinas (los grandes combates se celebran allá donde las grandes dictaduras los necesiten)

El miedo que el duro “Smokin” Frazier infundía a sus contrincantes, la gran rivalidad o el inmenso ego y la verborrea de Ali calentaron el enfrentamiento hasta más allá de lo imaginable. Los odios se acrecentaron y el desprecio que mostraba Muhammad hacia su enemigo íntimo sobrepasó todos los límites y los insultos, amenazas y provocaciones caían como un torrente calentando el ya de por sí cálido ambiente filipino. Dos caras de una misma moneda enfrentados en el, tal vez, mayor combate de la historia. Una pelea durísima, con unos últimos rounds dramáticos en los que se rozó, literalmente, la muerte y en la que tan solo unos enormes rencores mantuvieron en pie a los contendientes bajo una lluvia de durísimos y constantes golpes. Y un tremendo final, con dos boxeadores más allá del límite humano, exhaustos y derrotados por el odio mutuo. El paso de los años ha puesto de manifiesto que nadie ganó en esa batalla.  Joe Frazier, poco antes de fallecer en 2011, dejaba entrever que el duro castigo físico al que había sometido a Ali era una de las causas de la terrible enfermedad de Parkinson que éste padece.

Toda esta apasionante historia queda recogida en la fenomenal y conmovedora película documental Thriller in Manila, la cual puede ser visionada en su totalidad en Youtube. Altamente recomendable tanto para aquellos amantes de este deporte como para aquellos que lo detesten. Que la disfruten.